HISTORIAS

Sofía Cabrera

Ingeniería Química
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“Se siente bien saber que ganar una medalla puede alegrar a las personas en un país que recibe tantas malas noticias como Guatemala. Es un sentimiento muy bonito que la gente se alegre contigo”.

Sofía Cabrera es una joven de 22 años de edad, atleta y estudiante de Ingeniería Química en Universidad del Valle de Guatemala. Es una persona determinada, perseverante y espontanea, con metas muy claras y una motivación especial por los retos, gracias a estas cualidades ha conseguido cosechar diferentes éxitos y experiencias a lo largo de su trayectoria como deportista.


Compitió en su primer ciclo olímpico en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018. Participó con el propósito de hacer el mejor esfuerzo en su deporte, el pentatlón moderno, y lo hizo. Pero logró más que eso, porque la motivación resaltó su talento y disciplina, y consiguió ganar también la medalla de plata en la categoría individual femenina.

La reacción más sorprendente sucedió después de la competencia. “No me había dado cuenta de lo que estaba pasando hasta que llegué al hotel, encendí mi celular y tenía cientos de notificaciones de personas que me escribían para felicitarme”. Ahí realmente supo que el momento era real y que su país también estaba celebrando el triunfo.

“Se siente bien saber que ganar una medalla puede alegrar a las personas en un país que recibe tantas malas noticias como Guatemala. Es un sentimiento muy bonito que la gente se alegre contigo”.

En la categoría de relevos también obtuvo buenos resultados, en Barranquilla 2018, acompañó su presea individual con la medalla de oro en relevos. Asimismo, el año pasado, ganó otra medalla de oro en el Campeonato Mundial Junior de Pentatlón Moderno, en República Checa. En el Mundial Senior 2018, que se llevó a cabo en México, obtuvo la medalla de bronce. En competencias recientes, participó en los Juegos Panamericanos Lima 2019 como parte de la delegación guatemalteca.

Desde pequeña el deporte fue parte de su vida y la de su familia. Al principio, practicó gimnasia junto a sus hermanas y después eligió practicar clavados. Tres años después, el pentatlón moderno llamó su atención y, luego de que su entrenador viera el potencial que tenía, empezó el entrenamiento de alto rendimiento.

Sofía ve los juegos olímpicos como una de sus aspiraciones más grandes. “Mi sueño es caminar en la inauguración de los Juegos Olímpicos con el equipo y la bandera de Guatemala”.

Para lograrlo, divide su tiempo para cumplir con sus entrenamientos y los viajes para competencias en el extranjero. Además, también es estudiante de cuarto año de la carrera de Ingeniería Química en UVG. Hacer un balance no es fácil porque debe mantener un promedio alto para conservar la beca Potencia-T que le otorgaron al inicio de sus estudios.

“Mi carrera, Ingeniería Química, también me gusta por lo versátil que es, por ejemplo, cuando me gradúe puedo elegir yo el camino y el área en la que quiero trabajar”.

“Durante los primeros tres semestres de la universidad me costó bastante acoplarme. Fueron años difíciles en los que dormía poco y tenía que entrenar mucho. Creo que eso influyó en que no compitiera en el ciclo olímpico pasado. No estaba en el top 3 de mujeres de Guatemala, pero ahora ya lo estoy”.

Sus catedráticos y compañeros de clase han sido grandes aliados para que pueda cumplirlo. “Mis profesores están muy orgullosos de mí y se nota que es genuino, que les importa que me vaya bien en la otra parte de mi vida que no es la universidad. Mis compañeros me ayudan siempre, sin ellos no podría lograrlo”.

Sofía es un ejemplo de que es posible sobresalir en los estudios y en el deporte. A otros jóvenes, les aconseja que, aunque no es fácil, se planteen metas y trabajen para cumplirlas. “Hagan todo lo que está en sus manos para que suceda y disfruten el proceso”.

Sofía comprende que el deporte es cambiante y requiere de una mente abierta a los cambios. Y en los estudios, que, aunque ha sido difícil en algunos momentos, no es imposible encontrar el tiempo para lograr dos objetivos al mismo tiempo.

Para Sofía, el deporte deja muchas enseñanzas. Uno de los momentos que recuerda, fue cuando empezó a entrenar en la línea 1, es decir, con los miembros más grandes del equipo. De pronto, ya no entrenaba con los niños, así que fue un desafío continuar con la misma intensidad mientras sus compañeros competían fuera de Guatemala y ella debió quedarse.

“Fue un año en el que tuve que esforzarme mucho y mantenerme enfocada en lo que quería hacer a largo plazo. Ese fue uno de los obstáculos de los que estoy orgullosa de haber superado, porque al final mi entrenador me dijo que estaba muy orgulloso de mí”.

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